Esta madrugada han ardido dos vehículos en un garaje comunitario de una urbanización de San Sebastián de los Reyes (Madrid) por causas aún por determinar. Uno de ellos era híbrido enchufable.
Tras el siniestro, los bomberos han tendido que atender a tres intoxicados leves y desalojar 75 viviendas, y esto ha hecho que se reabra el debate en torno a la mayor facilidad que tienen los coches electrificados para arder, ya que las baterías que llevan a bordo pueden provocar su autoignición cuando se calientan.
Para empezar, hay que diferenciar un coche híbrido o híbrido enchufable de un eléctrico puro. Los primeros combinan un motor de combustión con uno eléctrico, por lo que sus baterías son mucho más pequeñas que las de los eléctricos puros.
Dentro de los híbridos e híbridos enchufables, los primeros llevan una batería de menor tamaño que los segundos y, además, no hay que enchufarlos, por lo que es bastante complicado que se calienten y comiencen a arder.
Los enchufables poseen una batería bastante más grande, que les permite circular varias decenas de kilómetros con energía eléctrica. Al tener que enchufarlos, la batería se calienta y puede generar algún problema.
El calor, en algunos casos, supone una amenaza importante para la integridad de las baterías de iones de litio. Cuando una célula de este tipo de batería se sobrecalienta, puede entrar en un proceso denominado fuga térmica. Esto significa que las celdas aumentan cada vez más su temperatura, muy rápidamente, y crece el riesgo de que empiecen a arder. Si esto sucede, el fuego alcanza las celdas contiguas, haciendo que toda la batería se incendie.
¿Cuál tiene más peligro de incendiarse?
Según un estudio reciente de la aseguradora estadounidense AutoinsuranceEZ, los coches híbridos (enchufables en su gran mayoría) tienen el peor historial de incendios en aquel país, mientras que los vehículos 100% eléctricos son el tipo de coche con menos probabilidades de arder.
Los coches híbridos sufrieron 3.474,5 incendios por cada 100.000 ventas, mientras que la tasa registrada en los coches de gasolina fue de 1.529,9 fuegos. En los vehículos eléctricos, sólo hubo 25,1 incendios por cada 100.000 coches.
Y esto es así porque la combinación de un motor de gasolina tradicional y un sistema de baterías eléctricas de alta potencia en los vehículos híbridos es el principal problema.