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un urbanita eléctrico con un punto de diversión

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Los coches eléctricos pueden ser interesantes en segmentos como el B, donde se suelen encontrar modelos versátiles que no suelen hacer recorridos largos de forma habitual. En este tipo de vehículos, la propulsión eléctrica puede ser un punto positivo, especialmente en casos como el del Peugeot e-208 que voy a probar.

Fue en 2019 cuando llegó al mercado la actual generación del urbano de Peugeot, el cual también llegó con una versión de baterías con 136 CV. Era un coche que no funcionó mal, pero se ha actualizado recientemente para colocarse en una posición más competitiva respecto de sus rivales.

Para comprobar qué puede hacer, he viajado hasta Tenerife, ya que territorios como estas islas pueden ser muy adecuados para un BEV. ¿Por qué? Por las distancias más contenidas y por los cambios de elevación, los cuales pueden ayudar a recuperar energía en bajada con mayor facilidad.

En esta experiencia con eléctricos de la marca del león me acompañan modelos como el e-308 y el e-2008, pero me centraré en el nuevo e-208, que es el que más capta la atención. De hecho, captaría la atención de cualquiera con su color Amarillo Águeda, que resalta sobre la recién actualizada carrocería.

En este sentido, lo cierto es que el Peugeot 208 no ha cambiado demasiado desde que se lanzó la actual generación, pero sí se aprecia el cambio en el frontal, donde se sitúan unos nuevos faros y el emblema de la firma. Mientras tanto, los pilotos traseros también han variado y toques como las llantas de 17” del acabado GT aportan un estilo más atractivo.

Con este detalle y las zonas pintadas en color negro, el diseño del e-208 tiene un toque de deportividad, rasgo que también se percibe en el interior, con unos asientos que agarran bastante bien y son cómodos. También destacan en el habitáculo otros detalles, tales como las costuras de color verde.

Más allá de esto, el interior del urbano eléctrico de la marca francesa sigue el estilo de otros modelos de la compañía, de manera que hay que acostumbrarse a algunos elementos. Por ejemplo, al volante achatado y pequeño, el cual parece quedar siempre algo bajo, pero que termina siendo cómodo. Además, aquí permite ver bien el cuadro de instrumentos i-Cockpit, algo complicado en otros Peugeot.

Por otra parte, en el centro se sitúa una pantalla de infoentretenimiento de 10” que funciona correctamente, aunque hay algunos botones en la zona inferior para manejar diferentes funciones. Así, el interior es agradable en lo general, aunque no me convencen detalles como el negro piano, muy presente en algunas áreas del habitáculo.

156 CV y hasta 400 km de autonomía

Prueba del Peugeot e-208

En este caso, me acompaña el Peugeot e-208 eléctrico de 156 CV y 260 Nm de par, con un propulsor delantero que se acompaña de una batería de 51 kWh (48,1 kWh útiles) que permite cargas en C.A. a 11 kW y en C.C. a un máximo de 100 kW.

Con esta configuración, el utilitario francés promete una autonomía de 400 kilómetros según el ciclo WLTP, aunque normalmente estas cifras suelen ser más optimistas que las que se lograrían con un uso normal. Aun así, ¿cómo se las arregla en terrenos como las carreteras de Tenerife?

¿Cómo se conduce el Peugeot e-208?

Prueba del Peugeot e-208

Hasta ahora, no había tenido la oportunidad de conducir el utilitario de la marca gala, así que esta prueba del Peugeot e-208 es mi primer contacto con el modelo. Personalmente, soy aficionado de los coches con motor gasolina y cambio manual, pero lo cierto es que un urbano de baterías tiene sentido y conducirlo no tiene por qué ser una experiencia vacía.

Esto es algo que noto desde el principio, moviéndome por varias calles a bordo de este 208 eléctrico. Como en otros urbanos, su tamaño es un punto a favor en zonas estrechas y más congestionadas, mientras que la inmediatez del propulsor eléctrico es de gran ayuda en cruces, rotondas o incorporaciones a la autovía.

Todo esto se realiza con bastante silencio y con una buena agilidad, así como con un tacto de conducción agradable. Como digo, la respuesta del acelerador es rápida y los 156 CV mueven holgadamente este modelo, pero me gusta especialmente el toque de dureza de la dirección, que sí ofrece algo de comunicación al conducir.

De la misma forma, el tarado de la suspensión también tiene un punto de firmeza y ayuda a tener buena estabilidad en curva, aunque no resulta en una incomodidad al hacer trayectos en distintas carreteras. De hecho, en vías como en las autopistas, el e-208 se comporta bien, con una buena comodidad a bordo y solo algo de sonido del viento por encima de los 100 km/h.

Prueba del Peugeot e-208

En estas velocidades, por otro lado, puedes recuperar energía sin problemas en descensos. Esto ayudará a compensar el consumo más elevado en estas carreteras, pero no es recomendable usar el modo ‘B’ de retención, que no se puede modular y que está más enfocado a la conducción en ciudad. Aquí es más útil, aunque no te permitirá conducir con un pedal.

Así, en una ruta por ciudad, carreteras secundarias y autovías, el Peugeot e-208 eléctrico no deja malas sensaciones en absoluto. Su comportamiento es suave, sus 156 CV son más que suficientes y el tacto de conducción hace que sea, sin duda, más divertido de conducir que otros BEV de la marca del león. Ahora bien, ¿cómo afronta unas horas de conducción normal y no enfocada en la eficiencia?

Tras recorrer varios tipos de carreteras con el aire acondicionado conectado, cambios de ritmo y de elevación, lo cierto es que el consumo no se ha disparado. La media es de unos 12,4 kWh aunque la mayor parte de la conducción se haya llevado a cabo en autopista, aunque es evidente que las bajadas del terreno han ayudado a equilibrarlo todo.

Aun así, logramos dar una vuelta a casi la totalidad de la isla de Tenerife sin tener que parar para cargar en ningún momento ni quedarnos al límite de autonomía. Por supuesto, sigue habiendo margen de mejora, pero está claro que los eléctricos urbanos no tienen por qué estar relegados a la ciudad.

Precio y rivales del e-208

El precio del Peugeot e-208 es de 33.300 euros en la versión de 136 CV y acabado Active. Sin embargo, para optar por la versión de 156 CV deberás ascender al acabado GT, lo que incrementa la factura a 38.200 euros que pueden parecer bastante elevados para un coche del segmento B. 

Mientras tanto, entre los rivales tenemos hermanos de Stellantis como el Opel Corsa eléctrico, por unos 34.800 euros. Asimismo, otra opción es el MG4, por 35.190 euros sin ayudas en la versión Comfort de 204 CV y 450 km de autonomía.  



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