Pudo acabar mal… pero Alonso sacó a relucir, una vez más, su talento.
Fernando Alonso estuvo a punto de sufrir lo que a Carlos Sainz le pasó el día anterior en clasificación: tocar la grava de entrada a meta y trompear en medio de la recta. Pero Fernando, en plena persecución de Hamilton, pisó a fondo el pedal y consiguió controlar el coche en una espectacular salvada del bicampeón asturiano.
Alonso dio espectáculo al término del Gran Premio de China de Fórmula 1, cuando montó un juego de neumáticos medios nuevos a falta de 12 vueltas para el final y comenzó una remontada hacia los puntos desde el duodécimo puesto al que había caído al entrar a boxes cuando sus gomas blandas estaban en las últimas.
El piloto del Aston Martin AMR24 con dorsal número 14 fue muy superior al resto al término de la carrera y adelantó con estilo a Alex Albon, a Esteban Ocon, a Nico Hülkenberg… y se fue a por el próximo rival: Lewis Hamilton. Aunque el británico es habitualmente un duro hueso al que superar. en esta ocasión no tenía ritmo para complicarle la vida a Fernando.
Alonso sabía que tenía el adelantamiento fácil, pero no quería perder tiempo. Decidió aprovechar al límite la pista tras trazar la última curva y entró en meta, donde se fue más allá y tocó levemente el exterior. En este caso, los límites de la pista los marca la grava, donde los errores son castigados con un trompo al perder agarre, un empanzamiento o, peor aún, con un accidente.
Ya le había pasado a Carlos Sainz durante la sesión de clasificación, en plena Q2, donde después de sacar las ruedas a la grava sufrió un trompo y acabó trompeando para tocar posteriormente las protecciones. Provocó la salida de la bandera roja y pudo regresar a boxes, donde los mecánicos de Ferrari repararon el monoplaza para continuar la sesión y acabar metiéndose en Q3.
El caso de Alonso fue bien distinto: el asturiano consiguió controlar el coche cuando este se iba de delante y caso trompea. Lo enderezó y continuó con su persecución a Hamilton, a quien cazó solo unas vueltas más tarde para superarlo y continuar su remontada, ya colocado en la octava posición. Esta vez se unieron sus magníficas dotes al volante con una pizca de suerte.
Alonso, por encima de las prestaciones de su F1
Fernando Alonso completó la carrera de China en la séptima posición, un resultado de nuevo superior a lo que indicaba la simulación de Aston Martin, la cual le situaba en el noveno o décimo lugar, como indicó el propio Alonso al inicio de la prueba.
«Una buena carrera, me he divertido mucho, sobre todo en el último relevo con los neumáticos nuevos, que nos dieron la opción de conseguir la vuelta rápida», dijo Alonso, que suma su 25º giro más veloz en un Gran Premio de F1. «Fue una lástima que el coche de seguridad durara tanto, porque alivió a quienes tenían que aguantar con goma dura».
«Cuando el coche baja a su posición natural, es un milagro acabar séptimos por delante de Hamilton o Piastri, algo que no es normal, porque el coche es alrededor de un segundo más lento que el McLaren o el Ferrari en carrera, así que estamos muy contentos», comentó.