Quizá alguna de ellas no la supieras.
Desde hace ya unos años, los VTC forman parte del paisaje de muchas de las ciudades españolas. Sus inicios no fueron sencillos y se produjeron conflictos de diversa índole con su competencia directa, los taxis, pero ya están establecidos en España. Ahora bien, ¿Cuáles son las diferencias entre estos dos servicios?
Lo primero es tener claro qué significa VTC, puesto que mucha gente desconoce que se esconde tras la sigla. Corresponden a vehículo de transporte con conductor y son varias las compañías que ejercen este servicio en nuestro país, como Uber, Cabify o Bolt.
Su razón de ser es, de base, la misma que la de un taxi: ofrecer un servicio de transporte de pasajeros del punto A al punto B a cambio de una cuantía de dinero. Sin embargo, son varios los aspectos en los que difieren el uno del otro. Aquí van sus cinco grandes diferencias.
Los precios
Éste es uno de los aspectos que más valoran los usuarios y es una de las principales diferencias existentes entre uno y otros.
Con los VTC se sabe el precio del viaje de antemano, pues a la hora de contratarlo, la aplicación hace el cálculo de lo que va a costar el trayecto y se lo muestra al usuario, que en ese momento decide si le parece bien o no, y lo reserva o no en consecuencia.
En cambio, con los taxis no es así, el precio del viaje varía, pues que se calcula al momento. Mientras el vehículo está en movimiento, se cobra por distancia recorrida, mientras que cuando se está parado, como en un atasco o en un semáforo, el taxímetro va subiendo en función del tiempo.
Las tarifas
Puede parecer lo mismo que el punto anterior, pero no lo es lo mismo. Los taxistas operan con tarifas fijas, que están establecidas de antemano y se estructuran en distintas categorías, mientras que las de los VTC son variables.
Empezando por estos últimos, que son los más sencillos, el precio de viajar con ellos depende de la demanda. Si es baja, los precios son menores, pero si es alta, tanto por hora como por ubicación (pongamos, por ejemplo, la salida de un concierto), es más cara.
Retomando los taxistas, depende de cada ciudad, pero siempre tienen varios aspectos, como son el inicio de tarifa (que es lo que se conoce como “bajada de bandera”, el precio kilométrico (en euros por km), el precio horario (en euros por hora) y si hay algún tipo de franquicia kilométrica.
Además, también puede haber suplementos, como el que se aplica por la noche en nochebuena y nochevieja.
El tiempo de contratación
Éste fue un punto de conflicto importante entre ambos rivales en el sector. Los taxistas siempre han ofrecido un servicio de contratación inmediata y quisieron “atacar” por ahí a los VTC, exigiendo que tuvieran que tener un tiempo mínimo de adelanto para concretar sus viajes.
Se quiso imponer un mínimo de 30 minutos, algo que los representantes del VTC consideran inconcebible, puesto que en muchas ocasiones los pasajeros necesitan su viaje para ya.
Finalmente el Tribunal Supremo anuló esta restricción, pero dado que los VTC al final se piden por una app y hay que esperar hasta que el conductor llegue al punto de encuentro seleccionado, sí que hay un tiempo de espera que no siempre tiene que ocurrir con los taxis.
Dónde y cómo pueden recoger a los pasajeros
Del punto anterior deriva éste: un VTC no puede estar esperando en la calle y que alguien que pase por ahí decida contratar un servicio, tampoco pueden pasar en movimiento y que algún viandante levante la mano para detenerlos, la única manera de concretar un viaje es recibirlo mediante la aplicación de su compañía.
En comparación, los taxis también operan con aplicaciones, pero además puede recoger a cualquiera que se lo demande en la calle, además de que cuentan con paradas en puntos repartidos por toda la ciudad, especialmente en lugares de interés como son las estaciones de tren y los aeropuertos.
Los requisitos para ser conductor
En este aspecto, lo que se exige para ser conductor de VTC es mucho menos que para ser taxista.
En el primer caso, basta con ser mayor de edad y tener el carné de conducir B en regla. Luego, dependiendo de la compañía que esté contratando, se puede exigir tener un número determinado de puntos en el carné, no tener antecedentes o tener más de un idioma.
Ser taxista es más complicado, porque además de características comunes como el hecho de tener que el carné, es necesario no haber sido condenado por delitos de naturaleza sexual, no padecer una enfermedad infectocontagiosa o impedimento físico o psíquico y pasar un examen que estipula el ayuntamiento a de la localidad en la que se vaya a trabajar.